ÁFRICA

África, es el tercer continente más extenso debido a su dimensión territorial. Posee una superficie total que consta de 30.272.922 Km², de los cuáles 621.600 km² se compone de masa insular (alrededor del 20.4% del territorio terrestre). Tiene una población de cercana a los mil millones de habitantes y se encuentra organizada en 54 países, perteneciendo la mayor parte de ellos a la llamada “Unión Africana”, a excepción sólo de Marruecos.

Geografía

La mayor parte del territorio africano, es una plaraforma continental compacta y maciza, que se eleva entre los 600 y los 800 msnm, alberga pocos pero extensos ríos, asi como también pocas penínsulas. Resalta por su orografía y su altitud media. Este continente posee tres climas mediterráneos claramente definidos, el clima desértico, el clima subtropical y el clima intertropical lluvioso (tanto de sabana como de selva). África es considerado el continente con el mayor índice de insolación al año.

Los suelos de África, son ricos en minerales y fértiles para la siembre de pastos. Las principales áreas cultivadas se ubican en la zona de grandes lagos, en las tierras orientales, en el Sahel, deltas y riberas.

 

Países

Son 54 los países que conforman el continente africano, éstos son:

  • Angola

  • Argelia

  • Benín

  • Botsuana

  • Burkina Faso

  • Burundi

  • Cabo Verde

  • Camerún

  • Chad

  • República Centroafricana

  • Comoras

  • República del Congo

  • República Democrática del Congo

  • Costa de Marfil

  • Egipto

  • Eritrea

  • Etiopía

  • Gabón

  • Gambia

  • Ghana

  • Guinea

  • Guinea-Bisáu

  • Guinea Ecuatorial

  • Kenia

  • Lesoto

  • Liberia

  • Libia

  • Madagascar

  • Malaui

  • Malí

  • Marruecos

  • Mauricio

  • Mauritania

  • Mozambique

  • Namibia

  • Níger

  • Nigeria

  • Bandera de Ruanda Ruanda

  • Santo Tomé y Príncipe

  • Senegal

  • Seychelles

  • Sierra Leona

  • Somalia

  • Suazilandia

  • Sudáfrica

  • Sudán

  • Sudán del Sur

  • Tanzania

  • Togo

  • Túnez

  • Uganda

  • Yibuti

  • Zambia

  • Zimbabue

 

 

Islas y archipiélagos

 

Mapa de los países de África

 

Las principales islas y archipiélagos que se encuentran en África, son:

 

  • Archipiélago de Cabo Verde

  • Archipiélago de Islas Canarias

  • Archipiélago de Islas Salvajes

  • Bioko

  • Santo Tomé y Príncipe

  • Archipiélago de las Mascareñas

  • Archipiélago de Zanzíbar (islas Unguja y Pemba)

  • Archipiélago de las Comores

  • Archipiélago de las Seychelles

  • Madagascar

  • Socotora

 

 

Ríos de África

Entre los principales ríos que se encuentran dentro del territorio africano, se encuentran:

  • Río Congo

  • Río Limpopo

  • Río Níger-Benue

  • Río Nilo

  • Río Orange

  • Río Senegal

  • Río Volta

  • Río Zambeze

El río más caudaloso y el río más largo de la región, son el Congo y el Nilo respectivamente, ambos son superados solamente por el río Amazonas, que converge en su mayoría entre los países de Brasil, Perú y Ecuador.

 
 
 
 
 
 
 

Egipto es un misterioso y legendario país que con sus más de 6 mil años de historia aún sigue deslumbrando a cuanto viajero se anime a conocerlo. Las imponentes y formidables pirámides de Gizeh han sido testigos silenciosos de la gran cantidad de acontecimientos tanto culturales como históricos que han ido sucediendo a lo largo de la historia, formando también parte de ella debido al destacado panorama que ofrecen sobre el desierto.

Si bien, a medida que han pasado los tiempos, Egipto se hizo bastante popular y concurrido, tanto para simples turistas como para arqueólogos y estudiosos que fueron develando de a pocos los misterios que dichos monumentos encierran, pero Egipto no es sólo sus pirámides, sino también cuenta con muchas otras áreas históricas como oasis o rutas bíblicas que aún en la actualidad dejan maravillado a más de uno.

 

 

Cómo llegar a Egipto

Visados

Para entrar en Egipto es necesario disponer de un pasaporte en vigor con un mínimo de seis meses de validez en el momento de abandonar el país. En este documento pueden figurar sellos de visita a Israel. El visado se obtiene directamente en los aeropuertos de El Cairo, Alejandría, Luxor y Hurghada. Si se ingresa en Egipto a través del Sinaí es necesario gestionar anticipadamente el visado en alguna embajada egipcia.

En avión

En la actualidad existen cinco vuelos directos regulares por semana desde España a Egipto servidos por Iberia y Egyptair. También hay varios vuelos chárter con destino a El Cairo o Luxor y así como también a la interesante ciudad de Sharm el Sheikh.

Por tierra

Por vía terrestre sólo se puede entrar en Egipto a nivel turístico desde Israel, a través de Eilat, vía el puesto fronterizo de Taba en el Sinaí. Varias compañías israelíes de autobuses cubren este trayecto.

En ferry

Por mar es posible navegar hasta Hurghada u otros puntos del Sinaí desde el puerto de Aqaba, en Jordania, abordo de un servicio regular de ferries y catamaranes.

 

Clima

Como norma fija, Egipto resulta siempre caluroso, si bien entre noviembre y marzo las temperaturas son relativamente moderadas en la mayor parte del país (El Cairo: 9º-22º C; Luxor: 8º-26ºC; Asuán: 12º-30ºC).

El clima es más benigno y mediterráneo precisamente en la costa del mar homónimo, en Alejandría, y en el Delta, donde se producen precipitaciones más o menos regulares. Por el contrario, en el valle del Nilo las características ambientales son desérticas, haciéndose más soportable el terrible calor estival gracias a los bajísimos índices de humedad ambiental. La sequedad resulta extrema cuanto más al sur se viaja, siendo la franja más árida la que se extiende entre Asuán y Nubia (Abú Simbel). Allí la lluvia es casi inexistente.

El verano, y sobre todo, julio y agosto, resulta especialmente infernal, obligando a que las visitas en el Alto Egipto (Luxor-Asuán) deban iniciarse incluso antes del amanecer. Esta época se considera por tanto, temporada baja.

En consecuencia, el invierno es el momento más idóneo para recorrer el país, o en todo caso, la primavera o el otoño tardío. Sin embargo, las aguas del mar Rojo permanecen claras y cálidas, y por lo tanto idóneas para el buceo, tan sólo en verano. Ver Buceo en Egipto. Ocasionalmente, también deben preverse cortos periodos fríos en El Cairo entre diciembre y enero, con valores que incluso pueden descender de los 5ºC.

 

 

Gastronomía

En Egipto podemos disfrutar de la gastronomía local, basada en una concepción de cocina egipcio-turca en la que destacan como platos autóctonos el foul (puré de judías o lentejas), tahina (pasta de sésamo), koushari (arroz, macarrones, lentejas y garbanzos con salsa picante) y el babaganoush (pasta de berenjenas), sin olvidarnos de las diversas expresiones del kebab (kofta, shawarma, shish kebab, entre otros), ni de platos recreados según viejas recetas de los tiempos de los faraones, como oca asada o pato con miel.

Entre los postres el roz bilàban hace lanzar alaridos de júbilo a los golosos y legión de amantes del arroz con leche y la basbùsa es la otra gran receta repostera a base de sémola, yogur y miel con frutos secos.

 

 

Alojamiento

Egipto ha sido desde siempre un genuino paraíso hotelero gracias a su gran número de alojamientos de todo rango y especialmente a la favorable relación calidad-precio en los hospedajes de la más alta categoría. Sin embargo, las tarifas han experimentado un enorme incremento en los últimos años y lo que es peor, la calidad de los servicios de los hoteles tipo turista han caído en picado. Con todo, siempre encontraremos un alojamiento que se adecue a nuestro bolsillo y expectativas en los principales enclaves del país.

Una recomendación a tener muy en cuenta es que las reservas anticipadas son casi imprescindibles durante todo el año, y se pueden efectuar por cuenta propia sin la intermediación de una agencia de viajes. Ahorraremos bastante dinero. No es así en el caso de los establecimientos del Mar Rojo donde en temporada baja ofrecen muy buenas tarifas a través de las agencias.

Los tres grandes hoteles del país del Nilo -todos reseñados, todos míticos- son el Mena House Oberoi de Gizeh, el Old Cataract de Asuán y Winter Palace de Luxor.

 

 

Fiestas y eventos

Festividades islámicas

Las grandes festividades islámicas son:
Ras el Sana el Hégira, 1 de Moharram, Año Nuevo (Primer mes islámico)
Ramadán (Noveno mes del calendario musulmán, que varía de fecha cada año en relación con el gregoriano)
Moulid el Nabi, 12 de Rabi al-Awal, nacimiento de Mahoma (Tercer mes del calendario musulmán)
Qurban Bairam, 10-13 de Zoul Hagga, sacrificio de los corderos (Último mes del calendario musulmán, dedicado a la Peregrinación).

Festividades coptas

Las festividades coptas se rigen por su propio calendario, que comienza en el 284 d.C. Entre estos destacan los siguientes:
7 de enero: Navidad
19 de enero: Epifanía
21 de marzo: la Anunciación
además de la Pascua, que culmina con la fiesta de Sham el Nessim, de origen faraónico, que se conmemora el lunes siguiente a la mencionada celebración.

 

Seguridad

A nivel de delincuencia común, Egipto no es ni más ni menos inseguro que cualquier otro país del mundo. Precisamente por eso, tan sólo en las áreas de mayor afluencia turística, aeropuertos o estaciones de tren, será necesario extremar las precauciones para evitar el robo de nuestras pertenencias, delito rey entre las aglomeraciones de viajeros despistados. Los asaltos con intimidación siguen constituyendo una auténtica rareza en Egipto, siendo los vendedores recalcitrantes de baratijas y falsificaciones los únicos que nos entorpecerán al paso. En caso de sentirse agobiado por este hecho, o si hemos sido víctimas de un hurto, lo más adecuado será recurrir a la Policía Turística que patrulla en todos los lugares de mayor interés.

Por lo que respecta al terrorismo, la matanza de turistas que se produjo en 1997 y los incidentes aislados con resultado de muerte no han tenido continuidad, lo que no impide que fundamentalistas disidentes aún mantengan su actitud hostil ante los extranjeros. Debido a ello, sigue requiriéndose escolta policial para acceder por carretera a cualquier zona alejada de los circuitos convencionales, como por ejemplo, los oasis del desierto líbico, la playa de Hurghada, o los santuarios de Denderah y Abydos. La pista entre Asuán y Abú Simbel sigue cortada al tráfico; y las paradas intermedias en el valle del Nilo en lugares como Esna continúan desaconsejadas.

 

Sanidad

No es obligatoria vacunación alguna para acceder a Egipto. El Certificado de Vacunación contra la fiebre amarilla sólo se requiere a aquellos viajeros provenientes de un país donde se sufra tal enfermedad.

En términos generales, Egipto es salubre. Debido a la gran afluencia turística, la higiene en los restaurantes y establecimientos para extranjeros es fiable. El agua embotellada se encuentra en todas partes, y con ella se suele fabricar el hielo de las bebidas que se sirve a los occidentales.

Se puede tomar cualquier alimento a nivel de calle siempre que esté bien cocido, asado o frito, siendo la principal causa de los trastornos gástricos el tremendo calor, la sequedad ambiental o el exceso de especias. El sol abrasador puede provocar mareos o insolaciones, así como deshidratación, irritación ocular o quemaduras cutáneas, por lo que conviene protegerse de los rigores del astro rey.

No obstante si nos salimos de los establecimientos para turistas podemos encontrarnos con algunos problemas estomacales, de amebiasis o hepáticos.

En las zonas desérticas nunca se deben voltear piedras a ras de suelo, ya que pueden ocultar escorpiones, víboras o cobras cuyas picaduras resultan dolorosísimas y venenosas. Por lo que respecta a la famosa tradición de beber agua del Nilo para asegurar un pronto regreso al país, conviene saber que el milenario río está bastante contaminado y sus orillas suelen ser un foco habitual de bilharcia.

 

Dinero

Todo tipo de divisa fuerte puede ser convertida en moneda nacional en cualquiera de las múltiples oficinas bancarias de cambio que se encuentran en los aeropuertos, hoteles y áreas de máxima afluencia turística. Dólares USA, libras británicas, liras italianas, marcos alemanes y hasta pesetas españolas pueden trocarse por libras egipcias sin mayores problemas. El euro remplazará a las denominaciones mencionadas cuando haga su aparición.

Los cheques de viaje se gestionan con idéntica facilidad y a cotizaciones similares que el cambio en efectivo. En todo caso, resulta muy conveniente guardar los recibos acreditativos de cada transacción para poder reconvertir moneda egipcia por divisa extranjera en el momento de abandonar el país, si es que tenemos algún excedente.

Las tarjetas de crédito, sobre todo Visa, American Express y MasterCard son aceptadas en casi todos los hoteles de rango turista y superior, así como en numerosos restaurantes y tiendas.

 

 

 

Transporte en Egipto

 

En avión

Los vuelos domésticos son cubiertos por Egyptair y su filial Air Sinaí, que realizan numerosos servicios diarios entre El Cairo y los principales destinos del país. Precisamente Air Sinaí y una tercera aerolínea, Zas, cubren de forma exclusiva las rutas a Santa Catalina, Hurghada y Sharm el Sheikh. Los trayectos más baratos cuestan unos 70 dólares sólo ida, y los más caros 200$. Imprescindible reservar asiento con mucha antelación, sobre todo para el vuelo hasta Abú Simbel desde la capital o Asuán.

 

En barco

La navegación por el río se puede realizar entre Luxor y Asuán o viceversa abordo de lujosos cruceros (hoteles flotantes) o falucas. Hoy en día la singladura completa entre El Cairo y Qena se haya suspendida por motivos de seguridad. Sin embargo, está operando desde hace un par de años el llamado Crucero Nubio, que remonta el Nilo desde Asuán hasta Abú Simbel en cinco jornadas.

 

Los hoteles flotantes se clasifican igualmente por estrellas (entre tres y cinco), siendo sus tarifas acordes a su rango, y efectúan recorridos Nilo arriba o abajo de entre tres y ocho días. Las reservas son muy aconsejables y pueden formalizarse a través de agencias de viaje y hoteles de lujo. Las falucas pueden reservarse del mismo modo, aunque es mucho más sencillo conseguir plaza en uno de estos botes en los embarcaderos de Luxor o Asuán. Sus comodidades son escasas y requieren el uso de saco de dormir.

 

Trenes

El tren sigue siendo una buena opción para viajeros nostálgicos, aunque sus tarifas sean totalmente actuales para un extranjero que paga el doble por billete que un egipcio. Existen trenes con aire acondicionado que recorren el valle del Nilo entre El Cairo y Asuán. Poseen coches de primera y segunda clase, además de coches-cama, y sirven comida abordo. Los trayectos más económicos en primera clase rondan las 50LE (El Cairo-Alejandría) y los más caros las 100LE (El Cairo-Asuán). En coche-cama, compartiendo cabina doble, este último recorrido costaría 300LE. Los trenes locales para tramos cortos, atestados de viajeros, incómodos y sin aire acondicionado, sólo son recomendables para amantes de experiencias fuertes.

 

Autobuses

Los autobuses egipcios son eficaces, bastante cómodos y conectan todas las poblaciones importantes del país. Sus tarifas son mucho más baratas que las del tren y sus frecuencias de salida, mayores. No obstante, se recomienda comprar los billetes con antelación.

 

Taxis

Esta medida no es necesaria si preferimos viajar por carretera en taxis compartidos, que efectúan trayectos fijos entre dos puntos. Los coches admiten siete pasajeros y parten en cuanto están llenos. Con ellos se puede llegar a cualquier lado mientras se disfruta de un contacto real con la población local. Si preferimos desplazarnos a título privado, siempre es posible alquilar un taxi particular, lo que requerirá una enorme capacidad de regateo y aguante ante la inminencia del accidente continuo, sobre todo en las calles de El Cairo.

 

Alquiler de coches

De otro modo, podemos alquilar un vehículo, opción que sólo es apta para temerarios debido a la inexistencia de normas de circulación en Egipto; por ello, alquilamos un coche, lo mejor es hacerlo con conductor.

 

 

Qué ver en Egipto

Monumentos

La contemplación de las grandiosos restos del Egipto faraónico constituye por encima de cualquier consideración, la razón de ser de un viaje al país del Nilo.

Así pues, la meseta de Gizeh y sus pirámides, la necrópolis de Saqqara y sus anejas ruinas de Menfis, los templos de Karnak y Luxor en la ciudad homónima, así como las necrópolis tebanas y los templos mortuorios de Deir el Bahari o el Ramesseum, y por supuesto, Abú Simbel en Nubia, son los puntos de visita obligada que ningún viajero debería perderse.

Pero existen muchos más conjuntos arqueológicos de igual interés y menor popularidad que permiten disfrutar de ellos en relativa intimidad, como por ejemplo, los complejos de pirámides de Abusir y Dashur, respectivamente al norte y sur de Saqqara; los templos de Denderah y Abydos, al norte de Luxor; o la ciudad de los obreros de las necrópolis reales, Deir el Medina, en la orilla occidental de la vieja Tebas.

 

Religión

Para aquellos interesados en la historia del cristianismo, además de desplazarse hasta el sur del Sinaí para visitar el Monasterio de Santa Catalina, donde teóricamente Moisés recibió las Tablas de la Ley, también es posible seguir la Ruta de la Sagrada Familia en tierra egipcia, según un trazado que cruza el norte del Sinaí y se prolonga entre el Delta y la localidad de Asyut a través de El Cairo.

Precisamente esta ciudad es otro de los lugares a los que se debería prestar una atención mayor a la que normalmente se otorga, por ser uno los puntales del mundo islámico. La ciudadela, el barrio copto y el bazar de Khan el-Khalili son visitas obligadas.

Por descontado, la visita a su Museo Egipcio es todo un deber inexcusable. Alejandría también se está convirtiendo en un destino cada vez más usual para los viajeros, sobre todo desde que se han descubierto restos del palacio de Cleopatra sumergidos bajo el mar y más aún por el aliciente de la inauguración de su moderna -y demasiado modernista- Biblioteca.

Asuán, por su parte, es otra etapa fija de un recorrido por el país, aunque tan sólo sea para disfrutar de la belleza del templo ptolemaico de Filé, al que sólo se puede acceder en barca.

Desierto calcinante

En los últimos años, la Ruta de los Oasis por el desierto líbico (Bahariya; Farafra; Dakhla; Al Kharga; más una posible extensión a Siwa), también está adquiriendo un auge espectacular, puesto que ofrece el contrapunto perfecto y el complemento ideal al tránsito masificado por el valle del Nilo, al tiempo que permite disfrutar de esos vergeles increíbles que surgen en mitad de la aridez más absoluta.

Mar y buceo

En el sentido contrario, los amantes de las playas y el buceo, no deberían pasar por alto un estancia en Hurghada, a orillas del Mar Rojo, área en la que el Ministerio de Turismo está volcando todo su interés para convertirlo en un suerte de complejo vacacional al más puro estilo caribeño. También Sharm el Sheikh está recibiendo un gran impulso como polo de atracción de buceadores y amantes del mar.

 

Qué hacer en Egipto

Realizar la caminata desde el Valle de los Reyes al Valle de las Reinas a través de Deir el Bahari, la cima de El Qurn y Deir el Medina siguiendo el sendero hollado por los antiguos constructores de tumbas hace más de 3.000 años.

Tratar de visitar alguna de las tumbas de los Nobles. No son tan célebres como las tumbas de los Reyes y por ese mismo motivo están menos abarrotadas. Además, los frescos representan escenas de la vida cotidiana que tienen mucho encanto y son más fáciles de descodificar que la compleja mitología de Ra, Hátor y Nut.

Situarse en el lado izquierdo de la cabina en los aviones con destino a Abú Simbel, pues la senda de planeo habitual permite contemplar sus increíbles templos desde el aire poco antes de aterrizar.

Cotillear los argumentos con que un mercachifle cualquiera pretende convencer a un turista ante la tumba de Tutankamón para que le compre un trozo de momia, según él, encontrada hace poco, así como las preguntas asombradas que sobre tal hallazgo formula el crédulo extranjero.

Hastiados de danza del vientre y té con menta, podemos tomar una copa con bastante alcohol en Cairo Jazz Club mientras escuchamos a Charlie Mingus y soñamos con Bogart y Lauren Bacall en un paisaje de pirámides y palmeras. En el 197 de la calle 26Th Julio, en Agouza, Cairo.

No perderse el Museo Arqueológico de El Cairo. En la sala de las momias, mirar cara a cara los rostros de los faraones a los que debe la Humanidad algunos de sus monumentos más gloriosos y las bases sobre las que se ha desarrollado nuestra civilización. Si se es libre y no se depende de los horarios impuestos por los viajes organizados, tratar de acudir al museo justo después de la hora de comer. Hay menos gente y ello permite una visita más relajada. No es mala idea, si el tiempo lo permite, hacer dos visitas al museo en lugar de una.

Asistir al espectáculo místico de los derviches giróvagos que se celebra todos los días en el Mausoleo de El-Ghuri en Khan el-Khalili.

Hacer un crucero por el Nilo. Los cruceros en barco son una experiencia más relajante de lo que en un principio pueda parecer desde fuera. Contemplar la vida cotidiana de ambas orillas del Nilo es una de las grandes experiencias del viaje a Egipto. Es una forma cómoda y relajante de moverse y te permite combinar las visitas a los sitios arqueológicos con sosegadas tardes de lectura en cubierta, desde donde se puede contemplar bellos atardeceres.

Darse un paseo en faluca en Luxor o Asuán. Para los que la anterior propuesta les haya parecido digna del turismo de masas, que sepan que también se puede hacer un crucero sin todas las comodidades de los grandes barcos en estas embarcaciones. Imprescindible el saco de dormir y cierta dosis de espíritu aventurero.

Sumergirse en las azulísimas aguas del Mar Rojo y sentir la sensación de bucear en una gran pecera de grandes corales. No es necesario hacer submarinismo, con unas gafitas y un tubo los profanos quedarán emocionados. Recomendamos un lugar llamado Blue Hole, en Dahab, pero hay miles.

 

 

 

CLIMA

El clima de Marruecos es variadísimo con violentos contrastes en cortas distancias y según la estación del año. Una característica de la climatología marroquí es su irregularidad de un año a otro. Años de sequía se suceden con otros periodos muy húmedos que influyen muchísimo en las cosechas.

Clima Mediterráneo en toda la franja norte con temperaturas suaves y lluvias estacionales. Clima Atlántico en toda la franja costera occidental con algo más de lluvias. Clima continental en las altas mesetas del interior y desértico en toda la cara sur del Atlas y Sahara.

 

Una característica de la climatología marroquí es su irregularidad de un año a otro. Años de sequía se suceden con otros periodos muy húmedos que influyen muchísimo en las cosechas

Las temperaturas cambian muchísimo de un lugar a otro, pero en general, y a lo largo de las costas, son cálidas y estables. Normalmente conforme se penetra hacia el sur, estas se suavizan más. Hacia el interior los extremos entre máxima y mínima son enormes llegando en las amadas del Sahara a una diferencia de 30º en el mismo día.

En verano las temperaturas son extremas en el interior y si además sopla un viento llamado Chargui, te puedes morir. Este fenómeno se origina por las bajas presiones que se forman sobre el sobrecalentado desierto. El aire seco se mueve hacia la costa provocando considerables aumentos de la temperatura. Ni los pájaros lo soportan, se caen de los árboles.

Transporte

Las comunicaciones por tierra en transportes colectivos son muy eficientes; uno puede llegar a cualquier rincón del país utilizando autobuses, taxis interurbanos (grand taxi) e incluso camiones y furgonetas para acceder por pistas a las aldeas más remotas.

Hay que tener en cuenta que el utilitario no ha llegado más que a ciertos sectores de la sociedad marroquí (4,3 %) y que la gente en este país viaja mucho. Siempre hay en las estaciones de autobuses (mahata) un gran trasiego de gente día y noche. De hecho, cuando ya todo está cerrado en la ciudad la mahata sigue abierta dando servicio a los noctámbulos.

Viajar en los colectivos es una buena fórmula de ir haciendo amistades, que siempre ayudarán en los casos de la desorientación propia del que no conoce.

Los autobuses de la compañía CTM-LN unen las principales ciudades con mucha frecuencia y a unos precios bastante ajustados. Son confortables y se paga aparte el equipaje, según su peso. Con menos frecuencia los autocares de lujo Pullman y Supratours cubren algunos tramos importantes.

La fórmula del taxi compartido entre 6 clientes es, quizás, la mejor para trayectos en carreteras secundarias o cuando uno está fuera del horario habitual. Salen, cuando se llenan, de los puntos estratégicos a los que acuden los viajeros, como son las fronteras de Ceuta y Melilla con Marruecos, los puertos y aeropuertos, los mercados, etc. Hay que preguntar por la parada de los grand taxi, que suelen ser Mercedes o Peugeot. Los precios son idénticos a los de las líneas de autobuses regulares pero con la diferencia de que aquí no se paga por el equipaje. Hay un trato más personalizado y el conductor te puede orientar sobre dónde alojarte y otros temas.

Hay un sinfín de compañías privadas de autobuses con unos precios muy baratos pero, claro, ya sin el confort de las otras compañías de lujo. Posiblemente compartas asiento con una buena gallina ponedora que acaba de comprar tu compañero de al lado. Sacos, innumerables paradas, motores ruidosos, incesante subida y bajada de viajeros, ayudante que trepa a la baca para subir todo tipo de mercancías, conductor duro y desafiante… Una joya para los que gusten de la inmersión cultural y cotidiana de un país.

Para moverse ya por zonas mucho más remotas tenemos el recurso de los camiones, tractores, furgonetas e incluso carros, los cuales llegan hasta el último rincón. La frecuencia en estos casos no está garantizada, pero, generalmente, acuden a los mercados semanales (zoco) que se celebran en todos los pueblos del país.

Para el transporte urbano, hay numerosos autobuses en las grandes ciudades. Sin embargo, el petit taxi resulta barato, aunque solamente cargan con tres pasajeros. Los taxistas siempre saben un poco de todo lo que hay en la ciudad y los puedes contratar por horas para las visitas urbanas. Llevan taxímetro, pero no siempre funciona, así que o negocias o insistes hasta encontrar uno que no lo tenga estropeado.

Ferrocarril

La ONCF tiene dos grandes líneas cuyos trenes, dependiendo del horario, pueden llevar coches cama y restaurante. Se encuentran precios muy baratos en segunda clase, con verdaderos asientos de madera. En primera, buen servicio con aire acondicionado y calefacción.

El gran nudo de comunicaciones es Sidi Kacem en plena vega fértil del Gharb. Por allí pasan las dos grandes líneas que unen Tánger con Marrakech vía Casablanca y Casablanca-Rabat-Meknes-Fez-Oujda.

Automóvil privado o de alquiler

Todas las grandes compañías de alquiler de autos tienen oficinas en los puntos turísticos y de negocio. Hay, a su vez, muchas pequeñas compañías de alquiler que ofrecen vehículos utilitarios a precios asequibles. Desde el pequeño Fiat Uno hasta los más lujosos autos, pasando por furgonetas y vehículos 4×4. Los precios varían bastante de una compañía a otra. En temporada alta conviene reservar con antelación el alquiler de uno de estos vehículos. Es preferible hacerlo antes de salir de tu país, en tu agencia de viajes o en cualquier oficina de las casas de alquiler internacionales.

Si viajas en tu propio automóvil no olvides que a la entrada del país este ha sido registrado en tu pasaporte, por lo que debes salir con él “puesto”. No es necesario el permiso de conducir internacional, pero sí una Carta Verde o seguro internacional.

 
 
 

QUE VER EN MARRUECOS

Las dunas de Merzuga

 

Dunas de Merzouga

Dunas de Merzouga

En Marruecos no abundan los ergs o grandes masas de dunas, y por eso Merzuga es referencia obligada. Este es un precioso erg de bolsillo llamado Chebbi y aunque no alcanza más que 20 km de largo por 5 km de anchura, tiene todo los elementos de un gran desierto con mares de dunas de hasta 170 metros de altura. Caminar descalzo por esa arena anaranjada hasta alcanzar la duna más alta, es un inmenso placer, siempre que el territorio no esté inundado de otros visitantes.

A lo largo de toda la cara oeste – a la que se accede perfectamente con cualquier tipo de auto – hay jaimas, albergues, chiringuitos y hasta el avión que se utilizó para rodar alguna secuencia del Principito.

Al fondo está la población de Merzuga, y muy cerca, un lago estacional donde suelen recalar flamencos rosas y algunos mosquitos que nos atacan ferozmente a la caída de la tarde. Se puede abordar este erg desde Erfud y Rissani, donde hay hoteles confortables. Otra opción es acampar en las dunas, bajo las estrellas, o dormir en cualquiera de los numerosos y rudimentarios albergues.

Cada noche suenan los tam-tam en fiestecillas que organizan los lugareños. Si quieres algo más confortable, hay un hotelito de 15 habitaciones con baño privado y piscina en un pequeño y verdadero oasis, donde alquilan camellos y caballos. Auberge Kasbah Derkaoua (Tel/fax: 577140). Está junto al pueblo abandonado de Derkaoua, a unos 10 km antes de llegar a las dunas.

 
 
 

El palacio del Glaui en Teluet (Sangrilá en pleno Atlas)

 

Plaza de Jamaa (Marrakech)

Plaza de Jamaa (Marrakech)

Rodeado de picos que alcanzan los 3.800 m. y en medio de un escarpado valle que antaño utilizaban las caravanas cargadas de oro y esclavos provenientes del Sudán que se dirigían hacia Marrakech, hay una fortificación que perteneció a una de las grandes familias feudales que cobraban elevados peajes de tránsito por sus territorios.

 

Teluet a tan sólo 100 km de Marrakech, en la carretera hacia Uarzazat, guarda este tesoro propio de una película de Indiana Jones. El austero exterior no se diferencia en nada de las construcciones bereberes que abundan en esa cara sur del Gran Atlas, con la única diferencia de poseer tejas de un verde intenso.

La sorpresa aparecerá cuando, tras localizar al vigilante y una vez este te haya facilitado la entrada a la vetusta y ruinosa alcazaba, comiences a ver los salones decorados con todas las fantasías posibles, propias de ese lujo oriental que tantas veces hemos visto en las películas. Estucos policromados, maderas talladas de cedro y mosaicos que contrastan con la dureza del medio. En invierno es normal tener que abrirse camino entre la nieve del patio lleno de escombros por el derrumbamiento de las murallas.

El último propietario cayó en desgracia, pues colaboró demasiado con el poder colonial francés. Según cuentan Tami El Glaoui, fue un héroe de leyenda que formó parte de las harkas (ejércitos mandados por cristianos), que pampearon a sus anchas con carta blanca del Sultán para reprimir las revueltas de las tribus insumisas al poder. Vividor e inmensamente rico, organizaba lujuriosas fiestas en este oculto palacio para los amigos franceses.

 

 
 

El paso del Gran Atlas por el Tizi-N-Test

 

Ciudad de Fez

Ciudad de Fez

El Gran Atlas se puede atravesar por numerosos puertos de montaña; al este se hallan las gargantas del río Ziz, en el centro encontramos el puerto del Tzi n´Tichka y más al oeste el de Tizi-n-Test.

 

A la fantástica vista que desde allí tenemos del Sous, ya en el Sáhara, hay que añadir el bonito camino salpicado de lugares de gran interés. A tan sólo 135 km de Marrakech, la carretera nos lleva primero al santuario de Moulay Ibrahim (km 35), lugar de importantes peregrinaciones y con ambiente de romería. Si podéis coincidir con la fiesta del Mulud (nacimiento del profeta), no dejéis de visitar este interesante lugar. Muy cerca de este enclave sale una carretera hacia Imlil, base del pico más alto de todo el norte de África (Djebel Toubkal).

En el Km 64 está Ouirgân, con dos excelentes alojamientos y excelentes platos de carnes de caza (muflones y jabalíes): Au sanglier qui Fume más económico y con ambiente francés, y La Rosarie, más sofisticado. En todos los pueblos del camino hay puestos con carnes para asar.

La carretera nos introduce a partir de aquí en el valle del Oued N´Fis, cuna de los almohades. Es un camino salpicado de numerosas alcazabas, entre las que mencionamos la de Tin Mal, la cual destaca sobre un pitón inexpugnable. Los últimos 15 km escalan la montaña y nos hacen subir al paso de Tizi-n-Test, a 2.100 metros. Desde un cafetín que hay en la cumbre – en el que inevitablemente nos debemos tomar un té – hay una vista impresionante sobre el desierto y una bajada casi en escalera hacia Taroudant, una bonita ciudad fortificada.

 
 

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